¿Se puede retener a una pareja mas allá de sus deseos propios? ¿Es posible amarrar a alguien a nuestro lado? ¿Qué hay de mito y qué de verdad? Para la ciencia es un puro mito popular sin ningún fundamento valedero, pero los mentalistas aseguran lo contrario, garantizan el amarre definitivo de una pareja, certifican sus resultados positivos con testimonios de otros trabajos realizados y con sus años de trayectoria haciendo conjuros y hechizos de amor.
Lo cierto es que, mito, creencia popular o fe, algún tipo de resultado deben de obtener, para que en los albores del siglo XXI, sus consultorios estén siempre repletos de personas dispuestas a realizar lo que ellos digan con tal de obtener el amarre definitivo e incondicional de su amada pareja. Al igual que en los tiempos ancestrales del período histórico de la caza de brujas, donde los diferentes brujos brindaban sus servicios para el amor, la fecundación en las mujeres, el dinero y la fortuna, atraer la buena suerte, y hasta para producir fenómenos meteorológicos para ayudar en las cosechas.
Los trabajos de amarres en los tiempos modernos son variados. Desde prender velas, juntar cabellos del ser amado, invocar ayuda divina o repetir efectivos Mantras como poderosa fórmula espiritual, hasta el no hacer absolutamente nada y dejar el trabajo en manos del mentalista y confiar en sus buenos resultados. Los más afamados por su efectividad, son los trabajos realizados por el Vudú que con sus rituales garantizan que es posible unir o separar una pareja para siempre. Rodeados de magia, misterio y secreta esperanza los amarres, forman parte del universo maravilloso del amor y aunque muchos digan no creer en ellos, siguen ofreciendo sus ancestrales y secretos poderes al servicio de encontrar y retener el amor perdido.
En la vida de los Solos y Solas, creer o no en los amarres es una opción para llenar ese vacío. La verdad está oculta tras un velo de dudas y creencias, pero por si acaso, si quiere tener o recuperar a un ser amado, retener a su lado a una pareja, conquistar a un hombre o a una mujer, los amarres están allí para que al menos lo intente.

Armando Barreda
Licenciado en Soledad y Rebeldía