Por Marcelo Figueroa

En épocas pasadas, el encuentro entre las almas solitarias se realizaba casi exclusivamente en lugares especializados o en fiestas organizadas para solos y solas.
Esos momentos traían aparejadas una serie de cuestiones que tenían que ver con la elección del atuendo, el perfume, las frases para romper el hielo y hasta la depilación, en el caso de los mas optimistas.
La gente que acudía a este tipo de eventos, debía conseguir un acompañante (preferentemente del mismo sexo) que este en la misma situación de soledad y/o que sea de absoluta confianza.
Lo mas común era que un amigo de fierro acompañe al solo en lo que podía significar el comienzo de la historia de amor del siglo o, el otro extremo, una noche de derrota con borrachera depresiva como
broche de oro.
Hubo casos trágicos en los cuales el amigo acompañante cerraba su noche victorioso y de la mano del amor y en los que el solo, solo terminaba y, aun peor, regresaba en transporte publico, porque el auto era de su acompañante.
La cuestión es que hoy, con eso de la Internet, muchos por cobardía, timidez o bien por practicidad, prefieren dejar de lado la emoción del preparativo para adentrarse en el mundo cibernético, camuflados desde la comodidad de su computadora y, la mayoría, desde el anonimato.
Con cientos de sitios en donde se busca pareja, foros de Chat temáticos y variantes como el fotolog, los blogs y los facebooks, los tímidos tienen una herramienta clave con la que no contaban sus antepasados en el arte de la soledad.
Algunos lo toman como una ventana hacia el mundo exterior, pero también hay quienes usan a la gran red como un disfraz que les permite crear una imagen y una realidad falsa para impresionar a los demás. Esta clase de navegantes solitarios suele esquivar el tema del contacto personal, debido a la obvia frustración que significaría que se develaran sus verdaderas características físicas, sociales, laborales etc.
Así que amigo cibernauta, no se puede negar que es mas práctico y cómodo el método moderno de conquista, pero como dice un viejo proverbio: en la cancha se ven los pingos. Así que a tu contacto virtual le podrías ir agregando un poco de gente, personas reales, situaciones reales y relaciones reales a las cuales no hay que escaparles ni temerles. Ponete elegante, ropa con la que te sientas lo más, rico perfume, tu mejor look capilar y rompe la noche, que para eso estamos.